Arbas ofrece alguno de los paisajes más hermosos de todo el territorio de Cuatro Valles. En las laderas de los montes que cierran el valle, crecen también pastizales que, a diferencia de los del fondo de valle, no se siegan, sino que son aprovechados para el pastoreo del ganado durante todo el verano y el otoño, por lo que reciben el nombre de pastizales de diente.
La disminución de ganadería en las úlyimas décadas ha favorecido la proliferación de extensas bandas de matorral, que ofrecen nuevas posibilidades a las aves.