Los sabinares son muy formaciones poco habituales en la cordillera Cantábrica; estos bosques fueron muy prósperos durante los episodios más fríos del periodo Cuaternario, pero en la actualidad han quedado relegados a enclaves muy puntuales, como algunas laderas del entorno del embalse del Luna. El sabinar de Mirantes de Luna está considerado una auténtica reliquia viva.