En las laderas con menor pendiente son habituales los canchales, es decir, acumulaciones de bloques de roca desprendidos en cotas más elevadas y transportados hasta aquí por acción de la gravedad. En estos lugares, en los que la vegetación es muy escasa, es posible ver a algunas aves como la collalba gris, que gusta de ambientes despejados con numerosas atalayas desde las que observar su entorno.