En general, los medios rocosos de altura, bien se traten de canchales, de paredes verticales o de afloramientos irregulares, constituyen un hábitat ideal para observar aves adaptadas a este tipo de medios, capaces de anidar en las cornisas, en las fisuras o en las cavidades que se forman en la roca caliza, y que muestran una gran aptitud para el vuelo y para desenvolverse en las cercanías de las paredes. Es el caso de las chovas piquigualda y piquirroja, del treparriscos, del avión roquero, del gorrión alpino, del acentor alpino, etc.