El hayedo de Valporquero crece sobre un sustrato de gran pendiente. Salvo en las crestas calizas más pronunciadas, el hayedo dibuja un denso tapiz que cubre todo tipo de vaguadas, aprovechando el agua que fluye por ellas. Fuera del hayedo, sobrevolando las zonas rocosas, pueden divisarse grandes bandos de chovas piquigualdas.