El puente de las Palomas y el desfiladero por el que discurre el río Sil, constituyen un ambiente agreste, que ofrece recursos limitados a los organismos que viven en él. Las aves propias de este lugar están adaptadas para desenvolverse con soltura en las proximidades de las paredes de roca, para alimentarse de los pequeños animales que viven en las fisuras de la roca, y para anidar en las inhóspitas paredes de piedra.