Tichodroma muraria
El color gris del dorso y del vientre del treparriscos contrasta con el rojo encendido de sus alas. Dotado con un fino pico con el que captura los insectos que existen en las fisuras de la roca, asciende por las paredes calizas para, llegado un punto, descender volando y volver a subir una y otra vez. No es raro verle durante el invierno en las paredes próximas a la carretera.