Luscinia svecica
Estilizado y de patas largas, los vistosos colores del macho no pasan desapercibidos mientras canta posado sobre algún matorral. Las hembras, mucho más discretas, apenas insinúan una tonalidad algo azulada en las plumas. En estas zonas de montaña es muy querencioso por bandas de piornal abierto con pradera.