En la costa del embalse de Matalavilla pueden identificarse varios ambientes diferentes, cada uno de ellos con un acervo de aves distinto. En las inmediaciones de la presa destaca la alta pendiente de las laderas, constituidas por roca desnuda que apenas aparece colonizada por vegetación. En aquellos lugares en los que la pendiente es algo menor y donde se ha desarrollado algo de suelo, aparecen matas de encinas, en las que es posible hallar algunas aves ligadas a medios forestales muy abiertos.