Durante las últimas glaciaciones se han alternado periodos muy fríos y otros más cálidos. Tras la última glaciación, las frondosas han ido ocupando de forma progresiva el terreno de los grandes bosques de coníferas. Los abedules, colonizadores natos, se fueron extendiendo con rapidez en los valles cantábricos, generando a su vez condiciones óptimas para otras especies caducifolias como el haya. Estos valles todavía no han sido colonizados por el haya ,ya que las poblaciones más cercanas se encuentran a mucha distancia, por lo que en ellos se mantienen aún los abedulares.