Solo en las repisas y en las fisuras de mayor tamaño queda retenida una mínima cantidad de suelo que es aprovechada por algunas especies vegetales adaptadas a vivir en lugares como este. Las aves propias de este tipo de hábitat deben estar igualmente adaptadas a la escasez de agua y a encontrar su alimento en las finas grietas, para lo cual deben mostrar un pico especializado, fino y algo curvado y unas uñas que les permitan asirse a cualquier tipo de resalte.