Los rugosos troncos de los robles ofrecen la posibilidad de observar a determinadas aves forestales. El trepador azul, el agateador norteño y el agateador común, por ejemplo, son especialistas en recorrer su superficie con movimientos nerviosos y sorprendentes. Varias especies de pájaros carpinteros, como los picos menor y picapinos, pueden ser observados mientras horadan la corteza de los árboles en busca de larvas e insectos.