Ante la escasez de luz, algunas especies del hayedo han desarrollado estrategias que les permiten vivir sin depender de ella. Algunas de estas plantas han perdido la clorofila, por lo que no son verdes y no pueden llevar a cabo la fotosíntesis. Para obtener sus nutrientes, se han especializado en parasitar a otras plantas o en establecer complejas asociaciones de simbiosis con ellas.