Los pinares de repoblación, como es el caso del de Camposagrado, suelen mostrar una distribución muy homogénea de sus árboles, por lo general alineados y casi todos con un porte similar, ya que tienen la misma edad. Sin embargo, con el paso de los años la estructura de estas repoblaciones va cambiando y su aspecto se vuelve más natural, bien por la incorporación de determinadas especies autóctonas, bien por la muerte de algunos pinos, que favorece la aparición de zonas más despejadas.