Altivas y majestuosas, agrestes y algo inquietantes; así se muestran las cumbres de Ubiña la Grande y Ubiña la Chica, de los picos del Fontán y de otras muchas elevaciones visibles desde el puerto de Ventana y que, con mucha frecuencia, aparecen engalanadas con nubes algodonosas que no son capaces de rebasar esta implacable muralla caliza.