En su mayoría, estos prados se siegan a principios de verano. De ellos se obtiene la hierba con la que se alimentará al ganado durante durante el invierno, cuando el riguroso clima babiano impida que pastee libre por el monte. En estos prados es posible observar a algunas aves propias de medios abiertos ricos en pastizales, como la codorniz común, la tarabilla norteña o la lavandera blanca.